miércoles, 12 de enero de 2011

VIEJOS VINILOS PARA TODOS


Una plaza, verde, en la Patagonia es un milagro de la voluntad. Y si esa voluntad decide ponerle el nombre de María Elena Walsh y ella concurre a la inauguración, la oportunidad de respirar el mismo aire que una mujer genial.



Un mínimo homenaje para la madre de Manuelita, un mono twistero, la batata reina y ese mundo del revés que tenía tanto en común con el tango Cambalache.


Escribo, por supuesto, en Sigueleyendo.


“Viejos vinilos para todos”


http://www.sigueleyendo.es/2011/01/11/755/


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