martes, 30 de noviembre de 2010

ESPIAME POR FAVOR


Vaya, ya comenzaba a entrarme algo así como un complejo de inferioridad. ¿A nosotros no nos espía nadie? ¡Albricias, parece que sí!
Hillary Clinton, la que tuvo un mal rato con una becaria –porque Bill se la pasó muy bien- el año pasado pidió informes confidenciales sobre el carácter, las broncas, los nervios y el estado mental de Héctor Kirchner y Cristina Fernández, apodados la “first couple”.
La Secretaria de Estado parece que se dijo “el pueblo quiere saber de qué se trata” y peló el paraguas y los servicios de inteligencia diplomáticos, o no, que últimamente, con más filtraciones que rancho con goteras, se ven muy poco diplomáticos.
Esto de las filtraciones se parece cada vez más a la sección de chimentos (cotilleos) de las revistas de peluquería.
Dele, no se sienta poca cosa, sepa que usted también puede ser espiado. Si no se lo quiere perder entre en esta página, diciendo como Buggs Bunny ¿Qué hay de nuevo, viejo?