sábado, 7 de noviembre de 2009

¡Sigamelós Sabatarelli!

Por fin respiro más tranquilo, los clubes de fútbol de la liga española no irán a la huelga. Uno de los que impulsó esta medida contemplativa es Florentino Pérez -¡Sigameló Sabatarelli!- presidente del Real Madrid e inventor del “fútbol galáctico”.
La bocha se armó porque los jugadores extranjeros pagan la mitad de impuestos que los nacionales por la misma guita. Un español que gana mosca de primera línea tributa, como los ejecutivos bancarios el 43 por ciento. Si el muchacho de la pelota es extranjero, nones; el estado se conforma con el 24 por ciento.
La ley que propicia este afano (robo) fue apodada Beckham, por el señorito inglés casado con una perrita pequinesa que dice ser cantante. Con la contratación galáctica de este depilado se extendió al fútbol algo que se había hecho para favorecer el establecimiento en España de científicos, por ahora inexistentes.
La única verdad de la milanesa es que los impuestos de los jugadores estrellas los pagan los clubes, porque así está en sus contratos. A los del pantalón corto les importa un rabanito porque ellos no gastan un maravedí.
Sólo que esta vez alguien se avivó que es de giles alimentar los negociados de los clubes de fútbol, que gastan fortunas siderales que nunca, nadie, dijo como van a recuperar.
Por eso quieren que paguen como cualquier gallego, el 43 por ciento, y los clubes amenazan con ir a la huelga, con el constructor Florentino Pérez en la vanguardia.
¿Que el fútbol huele a negocio turbio? Siempre.
Hace poco hice una entrevista para El Periódico a un ex dirigente del Barcelona. Me dijo:
-Ya se sabe, en el fútbol, menos matar hay de todo.
Y no se le veía que estuviera muy convencido.
Para los que sospechan del montón de mierda en que nadan los empresarios y presidentes y directores deportivos, y otras yerbas -¡Sigameló a Valdano, Sabatarelli!- recomiendo leer “Defensa cerrada”, de Petros Markaris. Un árbitro de tercera muerto como enigma, y el negociado de los clubes como lavaderos de dinero negro.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Ojos


Carta a G. S., un amigo documentalista, que descubrió que la gente que elije para sus trabajos tiene mucho de lo que es él.

Esa es una verdad grande como una casa grande, que nuestros personajes somos nosotros. A veces más despeinados de lo que habitualmente estamos, a veces más "cuidaditos". No puede ser de otra manera. Pirandello decía que somos la suma de la mirada de los otros. Que sin su mirada, que nos devuelve la imagen, no somos.
El reverso de esa moneda es que los otros son como los vemos, y eso se delata a lo bestia en la creación de personajes, que al fin de cuentas eso es lo que hacemos vos y yo. Vos los sacás de la oscuridad, del anonimato, con una cámara que los mira y los construye. Yo, escribiendo. ¿Y desde dónde mira uno sino desde sus amores, temores, esperanzas, sueños y prejuicios?
A veces me gustaría que fuera distinto porque, parafraseando algo que dijo una vez Osvaldo Soriano, a veces estoy cansado de llevarme a mí mismo.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Arena


Casi todo se nos escurre entre los dedos. Seguramente por eso algunos apostamos a una tira de palabras que la tinta pega sobre las páginas. Como si fueran a durar eternamente. ¿Cuánto tiempo dura la eternidad? ¿Cien años? ¿Mil años?

Al fin todo pasa y se pierde en ese poso, en esa tierra verdaderamente eterna de la que vamos, y vamos y vamos saliendo para volver al origen.

Pero hay gente que juega con el presente absoluto, la transitoriedad. En el link que invito a ver una artista ucraniana juega su presente con arena sobre un cristal. No se si es arte o solamente habilidad. ¿Tiene importancia? La historia sensible de la Segunda Guerra Mundial cruza sobre esta arena y deja huella. Me ha dejado impresionado.